lunes, 6 de abril de 2009

Quisiera saber cuántas primaveras

AGRADECIÉNDOLE A UN TAOÍSTA EL VINO DE LA LONGEVIDAD

¿Y cuántas primaveras me brindará esta copa?
¿Tendré un día la escarcha de tu barba y tus sienes?
Negociar la inmortalidad con magos es inútil;
Ma Ku le da las gracias solo al Pueblo de los Borrachos.



A las obras del pintor del siglo IX Kose no Kanaoka sobreviven su fama y el reflejo de algunas imágenes en cinco poemas chinos que Sugawara no Michizane (cuyas pinturas y esculturas también se perdieron para siempre) escribió para acompañarlas. La que inspiró el que traduzco con cierta libertad del libro de Robert Borgen, Sugawara no Michizane and the Early Heian Court, se refiere a Ma Ku: una inmortal —es decir: sabia venerable— de finales de la dinastía Han.

He traducido antes otros poemas chinos y japoneses de Sugawara Michizane en esta, esta, esta y esta página del blog; una secuencia de fotos del Kitano Tenmangū, el santuario que le está consagrado en Kioto, puede verse aquí.

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