jueves, 8 de mayo de 2008

Un espacio, de pronto, por correo

¡Cuánto tiempo sin noticias de Alberto Blanco! Tradujimos algunos de sus poemas para la antología de poesía mexicana contemporánea que preparamos hace unos años (現代メキシコ詩集, en la columna derecha del blog está la portada), pero nunca supimos si había recibido su ejemplar. Esta mañana, sorpresivamente, me llegan unas líneas suyas por el correo electrónico, con un poema de inspiración (no se lea esta expresión aquí como la fórmula habitual) japonesa, no nueva en él, que desde hace años se interesa por las tradiciones orientales y practica la meditación zen, con los frutos que aquí se ven.

TOKONOMA

No la flor
ni el florero
sino el espacio vacío
donde sucede el milagro del color

No la luz
ni la sombra
sino la ausencia de yo
que capta hasta el más ínfimo detalle

No la casa
ni la intemperie
sino el antiguo umbral
donde se disuelven las contradicciones

No el pabellón
ni siquiera el tokonoma
como albergue de la pintura
que pausada se envuelve en la sombra

No el sí
tampoco el no
que a final de cuentas
no son la realidad sino sólo palabras

No la voz
ni el silencio
porque las palabras
también son parte de la realidad

Sólo
la belleza
una cierta elegancia
una serenidad eternamente inalterable

Sólo
el misterio
que se revoca
en la íntima trama del ser

Alberto Blanco

No hay comentarios.: