miércoles, 28 de mayo de 2008

Dicho sea en honor de la verdad

para don Ch. D.

Hay que decirlo:
los amigos que vienen,
cuando se van,
qué recuerdos nos dejan
—y qué alivio nos dan.

3 comentarios:

Milton dijo...

Hola
Yo tengo mi propia copla para despedir a un amigo.

Algo se muere en el alma
cuando un amigo se va.
No te vayas, todavía,
No te vayas, por favor.
Que hasta la guitarra mía,
llora cuando dice: Adiós.

Anónimo dijo...

Una verdad como un templo. Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Ahora entiendo el porqué de tu abandono a tus blog-lectores.

Dile por favor de mi parte que, como es costumbre, estuvo por demás interesante en su plática del Cervantes. Y a ti, lo mismo.

Ojalá tengamos pronto la oportunidad de escucharlo de nueva cuenta en esta isla...