lunes, 31 de marzo de 2008

El pez que decidimos japonés


Fish for a japanese painting, originally uploaded by elcalamar.

Entre las pocas referencias a Japón que hay en el portentoso Borges de Adolfo Bioy Casares está la de la página 1253:

Lunes, 9 de diciembre. Comen en casa Borges, Di Giovanni y Ema Risso Platero. […] En cuanto a esta última, se muestra muy conmovida por estar de nuevo con nosotros y refiere que si amigos japoneses se encuentran después de una larga ausencia pasan dos o tres horas juntos, en un jardín, contemplando en silencio los peces de una redoma; después, pero sólo después, empiezan a hablar.

Uno diría que el jardín, los peces y la redoma (¿será lo mismo una redoma en Argentina y en el DRAE?) son accesorios, y el silencio tal vez demasiado breve, pero sin ellos la observación pierde gracia. Sobre todo sin los peces, que me imagino iguales al de la fotografía con que Jorge Hernández Tinajero recordó, en el blog que inició recientemente, su viaje a Japón de hace un año: porque no es un pez japonés, pero a todos nos ha parecido que lo es y hemos decidido que lo sea.

1 comentario:

JHT dijo...

En efecto, el pez es tlalpeño.

Redoma, en el María Moliner: (del sup. ár. and. ratúma, cl, ratum) 1. f. Recipiente de laboratorio de forma cónica con cuello estrecho. Matraz. 2. Ven. Glorieta. Plaza donde desembocan varias calles.

De Argentina no dice nada.